Desde el cuidado de las plantas de interior hasta el cuidado de nuestro carbón azul. Te explicamos algunos de los aspectos de la conciencia ambiental.

 

¿Cómo puedes hacer tu parte? 

 

¿Qué significa cuidar el medio ambiente? Primero, necesitamos cambiar la forma en que nos relacionamos con la naturaleza.

 

Fabián Carvallo, biólogo y presidente de la Red Mexicana de Periodistas Ambientales, advierte que urge la conciencia ambiental de la población mexicana para cuidar el medio ambiente.

 

Empresas que se preocupan por cuidar el medio ambiente en LATAM: En CMI Capital  se busca crear negocios que sean sostenibles y al mismo tiempo rentables. 

El cuidado del medio ambiente y la conciencia ambiental

Carvallo dice que no hemos aprendido a convivir con otras especies, incluidas las que están en peligro de extinción, ni hemos logrado detener la deforestación de sitios que deberían ser reservas naturales.

 

El experto dice que esta educación debe estar basada en evidencia científica, para inspirar a los jóvenes a través de la experiencia personal.

 

Para hacerlo, es importante que salgan al campo y experimenten los servicios ambientales que los ecosistemas brindan a los humanos, como el control del clima, el control de inundaciones, el control de enfermedades y plagas, el agua limpia y las materias primas.

 

“La naturaleza no es solo sustento espiritual que nos permite desconectar cuando nos vamos de vacaciones. Existimos gracias a eso”.

 

Si bien la pandemia ha obligado a millones de personas a quedarse en casa, lo que significó una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte, se ha producido un aumento en el uso de mascarillas, guantes de látex y envases desechables en las entregas de comidas.

 

Por eso es importante analizar qué consumimos y por qué.

 

Edgard Mason, del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica el término ‘greenwashing’, una estrategia de marketing que utilizan ciertas empresas para cambiar la imagen de sus productos para que parezcan más ecológicos sin hacer nada positivo. cambios.

 

“Los ciudadanos tenemos que usar nuestro propio juicio e investigar si realmente son ‘verdes'”.

 

Las bolsas de supermercado reutilizables son solo un ejemplo. Son más difíciles de producir y producen mucha más contaminación que las bolsas de plástico (cuya venta fue prohibida en la Ciudad de México junto con tenedores, cucharas, platos, globos y utensilios de un solo uso).

 

“Necesitamos que se reutilicen 150 veces para que valga la pena el costo ambiental”, explica.

 

Nuestra huella ambiental y nuestra huella ecológica: indicadores de cambio

“Usamos muchos más recursos de los que el planeta puede producir”, dice la comunicadora científica Marjory González, quien agrega que vivimos con una concentración de dióxido de carbono de más de 400 partes por millón desde el 10 de mayo de 2013, “una cifra que no se ve desde hace 800.000 años (según registros fósiles y glaciales), y los seres humanos son directa o indirectamente responsables de esta concentración”.

 

Nuestro estilo de vida exige energía, recursos, biodiversidad y agua en cantidades tales que dejaremos una huella en el registro fósil.

 

Si esto sigue así, la vida será insostenible para las generaciones futuras, lo que corrobora la Huella Ecológica Global: los humanos demandamos el equivalente a 1,6 planetas al año.

 

Para concienciar y modificar hábitos de consumo hacia un mundo más sostenible, se han ideado conceptos como la huella ambiental y la huella ecológica (que incluye la huella de carbono y la huella hídrica), basados ​​en el cálculo del impacto de la fabricación del producto, y actividad humana, empresarial y gubernamental.

 

La huella ambiental mide el impacto de un producto a lo largo de su ciclo de vida, desde la extracción de la materia prima para su fabricación, durante su uso y hasta su disposición final. Es una medida más pequeña que la Unión Europea ya ha puesto en marcha.

 

Mientras tanto, la huella ecológica es una medida más completa. Estima la cantidad de naturaleza que un individuo usa para alimento, vivienda, movilidad, bienes y servicios para la conciencia ambiental. 

Carla Fowler

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