Guatemala se abre a los negocios y atrae inversiones

La gestión del presidente Alejandro Giammatti está enfocando su artillería en la ampliación de las oportunidades comerciales, impulsando la Unión Aduanera Centroamericana como prioridad para llevar a Guatemala a una zona más competitiva. Nuestro país se ha convertido en una gran oportunidad de negocios e inversión.

Luego de una de las mayores crisis económicas, a raíz de la pandemia del COVID-19, el Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina se desplomó el año pasado -7,7%, según el informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe ( CEPAL).

Fue uno de los resultados más negativos en décadas y, en consecuencia, miles de empresas de diferentes rubros debieron cerrar, especialmente en rubros como turismo y servicios. En medio de este panorama incierto, algunos países de la región muestran signos positivos de recuperación económica.

Juan José Gutiérrez Mayorga destaca que Guatemala es uno de ellos, que -a través de la implementación de medidas asertivas de política macroeconómica y social- ha logrado salir mejor parado que sus vecinos de la región. Incluso, el Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba de calificar de «favorables» las perspectivas de la economía del país centroamericano, lo que le permite impulsar sus planes para abrir nuevamente la nación guatemalteca a los negocios.

Parte de la explicación del resultado de Guatemala radica en la respuesta del país a la pandemia, según el organismo multilateral. Las autoridades guatemaltecas movilizaron rápidamente financiamiento para fortalecer la capacidad del sistema de salud y sostener los ingresos de las empresas y los hogares más vulnerables.

Esta respuesta ha permitido que Guatemala esté por encima de naciones del continente con muy diferentes niveles de desarrollo, como Chile, Panamá, Bolivia, Estados Unidos, Ecuador, Argentina, Colombia, México y Perú, según el ranking mundial de gestión de la pandemia. del Instituto Lowy de Australia.

Economía de Guatemala para los negocios

El PIB guatemalteco sufrió una contracción moderada de -1,5% en 2020 debido a la pandemia, lo que, a diferencia de otros países, contuvo el daño a las estructuras económicas. Y según estimaciones del FMI, este año podría alcanzar un crecimiento del 4,5%, lo que significaría el ansiado “rebote en V” que quieren ver los ministerios de finanzas de todas las naciones.

De concretarse este pronóstico, Guatemala sería uno de los pocos países de la región que tendría su economía en niveles más altos que al cierre de 2019. Otro indicador que habla de la resiliencia de Guatemala y su economía es el Índice Mensual de Actividad Económica. , que en mayo de 2020 cayó a -12 puntos y un año después está en 3,5 puntos.

La reapertura de negocios está siendo paulatina y planificada. Mientras el país enfrenta el gran desafío de no confiarse demasiado en sí mismo para evitar un nuevo ciclo de contagios, como ha ocurrido en países vecinos. Sin embargo, hasta el momento, el balance logrado sirve de base para planificar un 2021 más estable.

En conclusión, Guatemala “está bien posicionada para apoyar la recuperación”, y el gobierno de Giammatti quiere aprovechar este viento a favor para hacer de la nación un destino seguro y atractivo para la inversión, a través de mecanismos legales y la implementación de políticas macroeconómicas encaminadas a liberalización del comercio. “Queremos atraer inversiones, buscar nuevos mercados y hacer crecer a las empresas, principalmente a las pequeñas y medianas”, ha dicho el gobierno guatemalteco. Las condiciones están dadas.

Carla Fowler

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