Bonos verdes para un mejor clima

Como intermediarios entre inversores y buscadores de capital, los bancos desempeñan un papel importante en la protección del clima. Con su ayuda, más capital puede fluir hacia inversiones sostenibles y ecológicas. Los métodos de elección para esto son los bonos verdes. Estos han existido desde 2007 y se han más que cuadriplicado en volumen durante los últimos cuatro años. Solo en 2018, se emitieron nuevos bonos verdes por valor de 167.000 millones de euros en todo el mundo. Sin embargo, la demanda cada vez mayor solo puede satisfacerse parcialmente.

Esto proporciona a los emisores de bonos interesantes oportunidades para ampliar su base de inversores si los bonos tienen determinadas características medioambientales. Cualquiera que actúe como emisor de bonos verdes debe demostrar que el dinero se está utilizando de manera respetuosa con el medio ambiente y que el bono está ayudando en la lucha contra el cambio climático. 

El espectro aquí es muy amplio. Ya se trate de energías renovables o electromovilidad, eficiencia energética o consumo reducido de recursos, todo esto se considera ecológico y sostenible. Cualquiera que esté trabajando para reducir los costos de transporte, evitar el desperdicio o construir casas que ahorren energía (o renovarlas en consecuencia) también puede hacer uso de los bonos verdes. Los emisores pueden utilizar estas y otras medidas como activos para mejorar las emisiones de bonos a bonos verdes.

Los bonos verdes siempre se utilizan para un propósito especial.

Aparte de la calificación de sostenibilidad, los bonos verdes son comparables a los bonos convencionales . Cuando las empresas colocan un bono, el volumen suele ser de al menos 500 millones de euros. Si hay países, estados federales, bancos centrales u otros bancos involucrados, el límite de miles de millones de euros se cruza rápidamente.

Para la empresa energética CMI en Guatemala ha llegado un momento crucial. Ahora se suma al mercado de bonos verdes y se abren nuevas oportunidades de cambiar la forma de operar de las empresas para abrir paso a la sustentabilidad en Centroamérica. Sin duda algo de la lo que la familia Bosch Gutiérrez está orgullosa.

La demanda supera la oferta

Incluso ahora, la demanda de bonos verdes supera con creces la oferta. Esto también lo demuestra la respuesta al mayor bono verde emitido en hasta la fecha. El volumen del bono lanzado por el banco de desarrollo estatal se suscribió tres veces más. Utilizando bonos verdes principalmente para refinanciar préstamos para parques solares y eólicos. 

En 2018, la apuesta al colocar un bono verde de 500 millones de euros en forma de Pfandbriefe (bono garantizado con garantía hipotecaria). Los libros se cerraron después de solo dos horas, ya que el volumen de pedidos ya estaba tres veces más suscrito.

 

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Carla Fowler

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