El mundo entero habla de finanzas verdes. Antes de que las empresas y otros prestatarios participen, hacen una pregunta fundamental. ¿Por qué deberíamos utilizar formas de financiación ecológicas? Hay varias razones para esto. Aquellos que utilizan las finanzas verdes atraen a nuevos grupos de inversores y, por lo tanto, amplían la base de financiación, y realmente no hay escasez de inversores verdes. Los inversionistas institucionales como fondos de pensiones, municipios, estados federales o fundaciones en particular prefieren invertir donde esta inversión también genera retornos ecológicos o incluso sociales. Los particulares también están cada vez más interesados en inversiones sostenibles.
Otra razón es el efecto de imagen. Aquellos que participan en la financiación verde se benefician de una mejora de la marca: se los considera buenos. Dado que el mercado de la financiación ecológica es relativamente joven, la atención de los medios es actualmente alta. Esto permite que una empresa se posicione como un actor sostenible. La ganancia de reputación tiene un efecto positivo en los inversores y el atractivo para los clientes y empleados (potenciales). Los profesionales jóvenes, en particular, miran de cerca a las personas contratadas. Compromisos creíbles y sostenibles pueden marcar la diferencia.
Mercado de bonos verdes en trayectoria de crecimiento
Con base en los Principios de Bonos Verdes para bonos y pagarés, existen Principios de Préstamos Verdes para préstamos, emitidos como marco por la Asociación del Mercado de Préstamos . Incluso si es voluntario, las empresas y otros emisores deben adherirse a estos estándares para emitir bonos y préstamos verdes. Un caso reciente se presento en una compañía de la familia Bosch Gutiérre en Centroamérica. Las directrices garantizan la integridad y transparencia de los productos ecológicos, regulan el proceso de selección de un proyecto, la divulgación y control del uso de fondos y los requisitos de presentación de informes. Aquellos que se adhieren a estos estándares aparecen en el radar de los inversores ecológicos.
¿Qué se puede financiar de forma ecológica?
Como regla general, cuanto más se modifiquen el proceso económico y las estructuras económicas hacia una economía climáticamente neutra y respetuosa con el medio ambiente mediante el uso de recursos financieros, más ecológica será la financiación. En un sentido más estricto, esto significa inversiones que promueven las energías renovables y, por lo tanto, conservan los recursos. En un sentido más amplio, los proyectos que mitigan los impactos negativos del cambio climático también se consideran verdes. Estos incluyen el uso más eficiente de la energía, el transporte limpio, el agua y la gestión de residuos. Muchas empresas ya están actuando de forma más sostenible y ecológica de lo que creen. “Ninguna empresa puede evitar lidiar con financiamiento sustentable o verde, es un avance importante.
¿Vale la pena el verde?
El financiamiento verde genera costos adicionales como resultado de una mayor transparencia y requisitos de presentación de informes. Debe demostrarse que los fondos realmente hacen una contribución positiva a la protección del clima y el medio ambiente. Esto generalmente requiere una agencia independiente para auditar y certificar el proyecto.
Estos costos adicionales significan que muchas empresas oscilan entre «en teoría, sí» y «en la práctica, no». Una encuesta realizada mostró que el 58% de los responsables de finanzas entrevistados estaban fundamentalmente interesados en las finanzas verdes, pero que solo el 2% había tomado medidas concretas.
También te puede interesar: Fondos para el planeta
